viernes, 25 de enero de 2013


CARTA UNO
DIRIGIDA A LA HERMANA EN CRISTO NORA Y A LOS HERMANOS ADOLFO, EMILIO, ARTURO, ALEJANDRA Y SERGIO  ACERCA DEL TESTIMONIO DE SU HERMANO JUAN JOSE

Querida hermana NORA, hermano Adolfo, Emilio y Arturo como lo anuncié en mi correo anterior les estoy enviando mi testimonio, tecla por tecla, letra por letra, palabra por palabra y carta por carta (referida a cada hoja).
Empezaré como todo, por el principio desde que  eres  un miembro más de una familia radicada en la provincia de todos conocida como muy tradicionales. Arribo a esta gran ciudad por los años cincuentas, por motivos todavía desconocidos para mí…¡Ah! Ahora me doy cuenta el porqué. Para que  finalmente el desenlace culminará  en el D.F. y actualmente en el Estado de México, con la naturaleza de acompañante, lugar donde terminaré seguramente mi carrera y mis últimos tiempos en el Señor, aquí. Antes que nada, debo dar gracias al Señor, ya que fue de gran bendición haberte contactado en el lugar de trabajo, aprovechando en gran manera el tiempo y el don que dios ha puesto en ti. No solo para venta de libros y de material didáctico cristiano, sino también por tu oportuna sugerencia y conocimiento para recomendar y dar en el blanco de las necesidades espirituales de cada persona. El Señor te siga bendiciendo en esta área de tu vida y también espero que mi testimonio sea de bendición para otros. Que difícil es la vida sin el Señor, vives tan inestable en la moda de los tiempos, en las tradiciones y las costumbres de tu familia y de tu país. Pues piensas que es lo que más quieres  y  lo que está más cerca de ti. Y así, podrías vivir toda una vida  viviendo en el error y nunca darte cuenta de ello. Pero no cabe la menor  duda, como dice la palabra, siempre hay un momento o  lugar o a la distancia y, se presenta,  una oportunidad de escuchar la Voz compartiéndote la palabra de Dios ¡Ojalá! e hiciéramos caso, inmediatamente, atender a nuestro oído espiritual y responderle al primer llamado. Nosotros no queremos saber nada todavía, queremos experimentar y probar que nosotros somos, “superhombres” (supermanes) o como otro de héroes de nuestro tiempo “el hombre araña”. Barreras de los tiempos  que impiden el encuentro o el momento  esperado con nuestro Señor.  Que vamos aprendiendo de los errores que cometemos día con día. Y todavía un poquitito más  desplazados por nuestros  propios razonamiento hacia caminos que nos perecen derechos pero el  fin … ya lo sabemos. Un momento crucial para nuestras vidas para  darnos cuenta que nada es posible sin El. Hermana,  también estamos acostumbrados a escuchar a nuestros ancestros, y por respeto, aunque vivan en el error. Estos van dejando agujeros negros en nuestro entendimiento y también en  nuestro crecimiento. Que han ido elaborando, sin detenerse, las normas y las leyes que nos rigen a los humanos alrededor del mundo, logrando, no siempre, una disciplina, una educación y sobretodo  el respeto entre todos los humanos. Forjabas tu vida según lo dictara la moda a través de los tiempos: Planeando para  un futuro seguro, que se traduzca en alcanzar  nuestras metas sea  en el campo  educación como el de cualquier sector de la economía: Todo era traducido a pesos… Cuando pisaron suelo mexicano los españoles desterrados de España, acerca de nuestro país, comentaban: ¨En México, el que no trabaja, ¡come!¨ Pues entonces:¡ Vamos a dedicarnos a
trabajar duro! Y como dijo el Señor: Nadie es profeta más que en su propia tierra y en su familia. Hablando de estas, en aquellos tiempos, eran verdaderamente  numerosas, lo que había cobrado la revolución ( por ejemplo, nosotros fuimos nueve hermanos) Las mamas dedicadas de tiempo completo cuidando el desarrollo  y las necesidades de cada uno de los hermanos Primero deseamos un lugar entre la familia y  ganarnos  el aprecio de los que nos rodean y la búsqueda de la autoestima. No era un requisito, exactamente, cursar la escuela, pero a mi en lo particular sí se me dio. Y me enganché en los lemas: ¨Cuanto vales, cuanto sabes¨. ¨Cuanto tienes y no en cuanto te tienes¨. Eres lo que eres y tienes lo que tienes por lo que tienes en la mente¨. En resumidas cuentas no valías nada sino tenías nada. Desde todas las épocas siempre se manifestaban las luchas entre los maestros y los alumnos, pero siempre había un respeto y eran verdaderamente como tutores; estoy hablando de los años cincuentas, había disciplina y se decía que el conocimiento entraba con sangre, porque sí era valido que el maestro  pegara. Pero el bulling era y sigue siendo el azote y el fantasma de todos los tiempos, bajo diversas manifestaciones de agresividad. Los años en la escuela trascurrieron sin darme cuenta y sin que la vida de estudiante se me hiciera pesada. Siempre me gustó el deporte (futbol, básquet, tenis, artes marciales, squash). El problema de los vicios: tabaco, drogas, alcohol, fármacos, etc. apenas si se asomaba este exótico proceder, además viviendo y practicando el deporte y el baile como diversión, era casi imposible  pensar o detenerse para consumirlos para evadir problemas o tener mejor rendimiento en la practica del deporte. Es mas ni aquellos que practicaban el fisiculturismo se valían del consumo de productos específicos para aumentar volumen en ciertas zonas requeridas del cuerpo, mejorar al cien porciento el rendimiento energético del organismo y fortalecer en general todo el sistema muscular. A pesar de los problemas, las vivencias en cada uno de los aspectos, la vida continuaba sin mayores sorpresas, todo tenía su tiempo y su momento y centraban tanto en los aspectos  familiares como en los sociales y el futuro o  metas que tu quisieras alcanzar. En el país vivía en calma en todos los aspectos (económicos ´políticos, éticos, sociales, culturales y psicológicos). Hasta que en los sesentas, en especial el año sesenta y ocho, cuando cursaba los últimos años en la universidad. Cierro mis comentarios de esta carta para despedirme y desearles lo mejor en el Señor. Seguiré compartiendo contigo y con otros hermanos esta. Que Dios los siga bendiciendo. JUAN JOSE. Jn. 3:16   
en la provincia de todos conocida como muy tradicionales. Arribo a esta gran ciudad por los años cincuentas, por motivos todavía desconocidos para mí…¡Ah! Ahora me doy cuenta el porqué. Para que  finalmente el desenlace culminará  en el D.F. y actualmente en el Estado de México, con la naturaleza de acompañante, lugar donde terminaré seguramente mi carrera y mis últimos tiempos en el Señor, aquí. Antes que nada, debo dar gracias al Señor, ya que fue de gran bendición haberte contactado en el lugar de trabajo, aprovechando en gran manera el tiempo y el don que dios ha puesto en ti. No solo para venta de libros y de material didáctico cristiano, sino también por tu oportuna sugerencia y conocimiento para recomendar y dar en el blanco de las necesidades espirituales de cada persona. El Señor te siga bendiciendo en esta área de tu vida y también espero que mi testimonio sea de bendición para otros. Que difícil es la vida sin el Señor, vives tan inestable en la moda de los tiempos, en las tradiciones y las costumbres de tu familia y de tu país. Pues piensas que es lo que más quieres  y  lo que está más cerca de ti. Y así, podrías vivir toda una vida  viviendo en el error y nunca darte cuenta de ello. Pero no cabe la menor  duda, como dice la palabra, siempre hay un momento o  lugar o a la distancia y, se presenta,  una oportunidad de escuchar la Voz compartiéndote la palabra de Dios ¡Ojalá! e hiciéramos caso, inmediatamente, atender a nuestro oído espiritual y responderle al primer llamado. Nosotros no queremos saber nada todavía, queremos experimentar y probar que nosotros somos, “superhombres” (supermanes) o como otro de héroes de nuestro tiempo “el hombre araña”. Barreras de los tiempos  que impiden el encuentro o el momento  esperado con nuestro Señor.  Que vamos aprendiendo de los errores que cometemos día con día. Y todavía un poquitito más  desplazados por nuestros  propios razonamiento hacia caminos que nos perecen derechos pero el  fin … ya lo sabemos. Un momento crucial para nuestras vidas para  darnos cuenta que nada es posible sin El. Hermana,  también estamos acostumbrados a escuchar a nuestros ancestros, y por respeto, aunque vivan en el error. Estos van dejando agujeros negros en nuestro entendimiento y también en  nuestro crecimiento. Que han ido elaborando, sin detenerse, las normas y las leyes que nos rigen a los humanos alrededor del mundo, logrando, no siempre, una disciplina, una educación y sobretodo  el respeto entre todos los humanos. Forjabas tu vida según lo dictara la moda a través de los tiempos: Planeando para  un futuro seguro, que se traduzca en alcanzar  nuestras metas sea  en el campo  educación como el de cualquier sector de la economía: Todo era traducido a pesos… Cuando pisaron suelo mexicano los españoles desterrados de España, acerca de nuestro país, comentaban: ¨En México, el que no trabaja, ¡come!¨ Pues entonces:¡ Vamos a dedicarnos a
trabajar duro! Y como dijo el Señor: Nadie es profeta más que en su propia tierra y en su familia. Hablando de estas, en aquellos tiempos, eran verdaderamente  numerosas, lo que había cobrado la revolución (por ejemplo, nosotros fuimos nueve hermanos) Las mamas dedicadas de tiempo completo cuidando el desarrollo  y las necesidades de cada uno de los hermanos Primero deseamos un lugar entre la familia y  ganarnos  el aprecio de los que nos rodean y la búsqueda de la autoestima. No era un requisito, exactamente, cursar la escuela, pero a mi en lo particular sí se me dio. Y me enganché en los lemas: ¨Cuanto vales, cuanto sabes¨. ¨Cuanto tienes y no en cuanto te tienes¨. Eres lo que eres y tienes lo que tienes por lo que tienes en la mente¨. En resumidas cuentas no valías nada sino tenías nada. Desde todas las épocas siempre se manifestaban las luchas entre los maestros y los alumnos, pero siempre había un respeto y eran verdaderamente como tutores; estoy hablando de los años cincuentas, había disciplina y se decía que el conocimiento entraba con sangre, porque sí era valido que el maestro  pegara. Pero el bulling era y sigue siendo el azote y el fantasma de todos los tiempos, bajo diversas manifestaciones de agresividad. Los años en la escuela trascurrieron sin darme cuenta y sin que la vida de estudiante se me hiciera pesada. Siempre me gustó el deporte (futbol, básquet, tenis, artes marciales, squash). El problema de los vicios: tabaco, drogas, alcohol, fármacos, etc. apenas si se asomaba este exótico proceder, además viviendo y practicando el deporte y el baile como diversión, era casi imposible  pensar o detenerse para consumirlos para evadir problemas o tener mejor rendimiento en la practica del deporte. Es mas ni aquellos que practicaban el fisiculturismo se valían del consumo de productos específicos para aumentar volumen en ciertas zonas requeridas del cuerpo, mejorar al cien porciento el rendimiento energético del organismo y fortalecer en general todo el sistema muscular. A pesar de los problemas, las vivencias en cada uno de los aspectos, la vida continuaba sin mayores sorpresas, todo tenía su tiempo y su momento y centraban tanto en los aspectos  familiares como en los sociales y el futuro o  metas que tu quisieras alcanzar. En el país vivía en calma en todos los aspectos (económicos ´políticos, éticos, sociales, culturales y psicológicos). Hasta que en los sesentas, en especial el año sesenta y ocho, cuando cursaba los últimos años en la universidad. Cierro mis comentarios de esta carta para despedirme y desearles lo mejor en el Señor. Seguiré compartiendo contigo y con otros hermanos esta. Que Dios los siga bendiciendo. JUAN JOSE. Jn. 3:16    



SEGUNDA CARTA
A LOS HERMANOS EN CRISTO, NORA, ADOLFO, EMILIO , ARTURO, ALEJANDRA Y SERGIO
1ª Co 3:18-21; Ro 12:16
Queridos hermanos en el Señor les escribo con el mismo gusto de siempre pidiéndole  a mi Señor  me dicte letra por letra, idea por idea, pensamiento por pensamiento y párrafo por párrafo a fin de dar en el blanco de las necesidades espirituales al menos de  alguno de los hermanos en Cristo, y porque que no, también de mis hermanos carnales, de mis familiares y amigos y a todos aquellos que no han escuchado y menos aceptado al Señor como su Señor, Salvador y Maestro. Hermanos, voy a tratar de plasmar y explicar “una prueba” concebida a través de un “mecanismo de realidad” paso por  paso, sustrato  del correr del tiempo; generador  de un  pasado, de un presente y de mi  futuro. Una dinámica de equilibrios, de cambios, factores y de actores que afectaron irreversiblemente  los fundamentos de los tiempos, arraigados y  sobredificados en la piedra angular, fortaleza  de mentes  polimorfas. Reactivos  transformados en acciones,  situaciones y momentos; Eco de voces, cromatografía de las ideas; la fuerza  de las palabras, y la energía de los pensamientos, catalizadores del poder. Me estoy refiriendo al conocimiento, a los hechos, a la ciencia y a la tecnología. Movimientos de pincel en manos de un artista; obra de grandes maestros  perfiles trazando identidades. Volteamos la mirada tratando de caminar por otros espacios, diferentes, ocupados por   gustos y  tradiciones pero encontramos solo caminantes, enterrando los talones, viendo como caen en el vacío enarbolando una bandera  izada en pálido blanco, sin códigos, sin símbolos, empujados por el poderoso viento que cambia de dirección, dimensión y forma, azotando nuestras  mentes hacia  valles, espacios no recorridos, disparando flashes  por los espacios estelares, describiendo formas paraboloides, multicolores, arco iris dibujando un arco, la redondez de la tierra: Es nuestro  mundo. Por El existen amaneceres de renovación constante. Sin embargo, aun los atardeceres,  han dejando una estela, lluvia de pruebas, testimonios de fe producto de los tiempos de nuestro estar aquí. Mi sentir en esta carta que les comparto es que me encuentro en el ayer sin Él. Un mundo recubierto en nuestro mundo. ¿Cuales eran las fortalezas y las batallas libradas? ¿Eternos designios enemigos secretos contra los que había que luchar? ¿Como había que evaluar  victorias o las derrotas  en una de las etapas más “fructíferas” de nuestra existencia? ¿Cuál era la palanca que gobernaba el pensamiento y  las mentes envanecidas, un ancla de insatisfacción, una gravedad que aplastaba el cerebro por peso y la presión de  adquirir el conocimiento? En contraste, del entendido en la palabra acerca de lo que es un obrero en  la viña del Señor, aquellos son hojas que se desgajan, se doblegan y caen, siendo acarreadas por los vientos otoñales del cambio y finalmente para ser quemadas. Corrientes de difusión configurando cascadas de acontecimientos y circunstancias, flujos  que  consolidan  las plataformas continentales o las inescrutables y cavernosas  profundidades  del saber. Atmosferas  de lenguajes dispares, derivados de códigos e  interpretados en el marco delas leyes, las teorías o los modelos. Métodos atiborrados de acertijos, arquitectos de hipótesis dedicados a edificar paradigmas o testimonios  dedicados a la gran dama: La “sublime ciencia”,  que nos cautiva y nos somete a embrollados  laberintos de envanecimiento y pasajes subterráneos que no s conducen a las mazmorras  del resentimiento y  de la sutil cotidianeidad, hermanos del conformismo y la mediocridad. Imágenes que nos transportan  hacia  un vacilante destino para volver a desembalar todo nuestro equipaje, en cualquier estación, volteando la mirada sobre el horizonte, que quedó atrás: Mi credo, mi raza y mi herencia.  Comienzo a entender que soy un nómada en mi mente, porque ya no puedo ir mas allá de lo que soy. Y mi mente no desea estacionarse en el aquí y en el ahora. Me despido hermanos orando a cada momento. Dios los bendiga. Juan José.


TERCERA CARTA DE JUAN JOSE
Mt. 11:28; Col. 2:22; 3:2; Jn. 14:6

A LOS HERMANOS EN CRISTO NORA, ALEJANDRA, SERGIO, FERNANDO, EMILIO Y ARTURO QUE DIOS LOS BENDIGA

Queridos hermanos el relato incluido en esta carta lo voy a iniciar enlazando las ideas que he comentado  en los últimos párrafos de la carta primera. Mis últimos años en la universidad. Una vivencia incomparable llena de sorpresas y de contrastes. En primer lugar: “Una excelente preparación” con una idea, una misión, unas metas y unos objetivos completamente definidos y previamente establecidos para obtener un documento o titulo que significaba  ¡Triunfo! y un “futuro despreocupante”. Debió  de haber sido muy sencillo y muy gratificante, tener el respaldo de ese papel y como factores determinantes, someterse a una lista de preceptos y como por arte de magia, tu existencia y sus problemas estaban resueltos, algo increíble. Aunque, muchos eran  llamados y pocos los elegidos. Pero, aún así, no todo estaba perdido, pues, en segundo lugar: Se vivían épocas estivales, no se había despertado aún, en el mundanal trajín, una sombra que desciende y   acecha y espera el momento propicio para atacar  el  punto más vulnerable de los países y el bienestar de la raza humana. ¡Sí! Me estoy refiriendo  al “fantasma” de las “crisis”, en todos los aspectos y en todos los conceptos. Eran aquellos tiempos de horror,  alcanzabas a percibir solo tinieblas. La luz perdió su rumbo, desviando la manera de pensar, vulnerando ideales y dando giros y tumbos  perdiendo el control; los elementos tangibles se convirtieron en los ídolos de máximo valor. Incorporado a esto, una gama de efectos aceleraron la reacción, imposible de detener o de encontrar un agente que pudiera  cambiar el sentido de una  nueva masa crítica  de mentalidades. Era una manifestación de  vientos que definían los nuevos cambios. Cada persona era probada a sí misma en la medida de sus capacidades, la firmeza a sus convicciones, y la de su temperamento  o la de una amplia visión; conjugado al duro trabajo y dedicación, cada integrante del gremio podía ser aprobado, con relativa facilidad y disfrutar de un  nivel más alto, por la sociedad reinante. Sin importar el ramo, se consagraban a un abanico  de actividades entre las que destacaban: Las rutas económicas, políticas, sociales, culturales, científicas, filosóficas,  psicológicas, éticas o  ecológicas. Recordemos que en el primer caso a la gente se le consideraba poderosa por el solo hecho de adquirir conocimientos. Y por  haber adquirido un título  que te da no solo la potestad de haber realizado tus estudios dentro de  una institución de prestigio y como consecuencia de haber sido “sellado” por esta, el mundo   haría entrega de las “llaves” y te reconocería por llevar ese sello en la frente y además, como si fuera poco, un mecanismo automático te que abriría sus puertas y te enseñaría a desplazarte hacia los caminos  del éxito.  En el segundo caso, estamos hablando de un nuevo nacimiento: Aquellos que fueron entrenados con rudeza por la vida, “El empresario”, que primero  recibió el mote de comerciante. ¡Ah! ¿Pero, esto lo cambiaba todo? Como haber encontrado la piedra filosofal. O no fue así ¿Como lo califica la sociedad? ¡No fue suficiente! Pero… al retroceder  ayeres  de la historia, aún en las instituciones de prestigio internacional, no cabía en su “curricula” un espacio para procesar, como una varita mágica, un sistema que homogenizara un perfil ideal de sus egresados. Hermanos me despido continuaré en la siguiente.  Juan José He.10