CARTA
UNO
DIRIGIDA A LA HERMANA EN CRISTO NORA Y A LOS HERMANOS
ADOLFO, EMILIO, ARTURO, ALEJANDRA Y SERGIO ACERCA DEL TESTIMONIO DE SU HERMANO JUAN JOSE
Querida
hermana NORA, hermano Adolfo, Emilio y Arturo como lo anuncié en mi correo
anterior les estoy enviando mi testimonio, tecla por tecla, letra por letra,
palabra por palabra y carta por carta (referida a cada hoja).
Empezaré como
todo, por el principio desde que
eres un miembro más de una
familia radicada en la provincia de todos conocida como muy tradicionales.
Arribo a esta gran ciudad por los años cincuentas, por motivos todavía
desconocidos para mí…¡Ah! Ahora me doy cuenta el porqué. Para que finalmente el desenlace culminará en el D.F. y actualmente en el Estado de
México, con la naturaleza de acompañante, lugar donde terminaré seguramente mi
carrera y mis últimos tiempos en el Señor, aquí. Antes que nada, debo dar
gracias al Señor, ya que fue de gran bendición haberte contactado en el lugar
de trabajo, aprovechando en gran manera el tiempo y el don que dios ha puesto
en ti. No solo para venta de libros y de material didáctico cristiano, sino
también por tu oportuna sugerencia y conocimiento para recomendar y dar en el
blanco de las necesidades espirituales de cada persona. El Señor te siga
bendiciendo en esta área de tu vida y también espero que mi testimonio sea de
bendición para otros. Que difícil es la vida sin el Señor, vives tan inestable
en la moda de los tiempos, en las tradiciones y las costumbres de tu familia y
de tu país. Pues piensas que es lo que más quieres y lo
que está más cerca de ti. Y así, podrías vivir toda una vida viviendo en el error y nunca darte cuenta de
ello. Pero no cabe la menor duda, como
dice la palabra, siempre hay un momento o
lugar o a la distancia y, se presenta,
una oportunidad de escuchar la Voz compartiéndote la palabra de Dios
¡Ojalá! e hiciéramos caso, inmediatamente, atender a nuestro oído espiritual y
responderle al primer llamado. Nosotros no queremos saber nada todavía,
queremos experimentar y probar que nosotros somos, “superhombres” (supermanes)
o como otro de héroes de nuestro tiempo “el hombre araña”. Barreras de los
tiempos que impiden el encuentro o el
momento esperado con nuestro Señor. Que vamos aprendiendo de los errores que cometemos
día con día. Y todavía un poquitito más
desplazados por nuestros propios
razonamiento hacia caminos que nos perecen derechos pero el fin … ya lo sabemos. Un momento crucial para
nuestras vidas para darnos cuenta que
nada es posible sin El. Hermana, también
estamos acostumbrados a escuchar a nuestros ancestros, y por respeto, aunque
vivan en el error. Estos van dejando agujeros negros en nuestro entendimiento y
también en nuestro crecimiento. Que han
ido elaborando, sin detenerse, las normas y las leyes que nos rigen a los
humanos alrededor del mundo, logrando, no siempre, una disciplina, una
educación y sobretodo el respeto entre
todos los humanos. Forjabas tu vida según lo dictara la moda a través de los tiempos:
Planeando para un futuro seguro, que se
traduzca en alcanzar nuestras metas
sea en el campo educación como el de cualquier sector de la
economía: Todo era traducido a pesos… Cuando pisaron suelo mexicano los
españoles desterrados de España, acerca de nuestro país, comentaban: ¨En México,
el que no trabaja, ¡come!¨ Pues entonces:¡ Vamos a dedicarnos a
trabajar
duro! Y como dijo el Señor: Nadie es profeta más que en su propia tierra y en
su familia. Hablando de estas, en aquellos tiempos, eran verdaderamente numerosas, lo que había cobrado la revolución
( por ejemplo, nosotros fuimos nueve hermanos) Las mamas dedicadas de tiempo
completo cuidando el desarrollo y las
necesidades de cada uno de los hermanos Primero deseamos un lugar entre la
familia y ganarnos el aprecio de los que nos rodean y la
búsqueda de la autoestima. No era un requisito, exactamente, cursar la escuela,
pero a mi en lo particular sí se me dio. Y me enganché en los lemas: ¨Cuanto
vales, cuanto sabes¨. ¨Cuanto tienes y no en cuanto te tienes¨. Eres lo que
eres y tienes lo que tienes por lo que tienes en la mente¨. En resumidas
cuentas no valías nada sino tenías nada. Desde todas las épocas siempre se
manifestaban las luchas entre los maestros y los alumnos, pero siempre había un
respeto y eran verdaderamente como tutores; estoy hablando de los años
cincuentas, había disciplina y se decía que el conocimiento entraba con sangre,
porque sí era valido que el maestro
pegara. Pero el bulling era y sigue siendo el azote y el fantasma de
todos los tiempos, bajo diversas manifestaciones de agresividad. Los años en la
escuela trascurrieron sin darme cuenta y sin que la vida de estudiante se me
hiciera pesada. Siempre me gustó el deporte (futbol, básquet, tenis, artes
marciales, squash). El problema de los vicios: tabaco, drogas, alcohol,
fármacos, etc. apenas si se asomaba este exótico proceder, además viviendo y
practicando el deporte y el baile como diversión, era casi imposible pensar o detenerse para consumirlos para
evadir problemas o tener mejor rendimiento en la practica del deporte. Es mas
ni aquellos que practicaban el fisiculturismo se valían del consumo de
productos específicos para aumentar volumen en ciertas zonas requeridas del
cuerpo, mejorar al cien porciento el rendimiento energético del organismo y
fortalecer en general todo el sistema muscular. A pesar de los problemas, las
vivencias en cada uno de los aspectos, la vida continuaba sin mayores
sorpresas, todo tenía su tiempo y su momento y centraban tanto en los
aspectos familiares como en los sociales
y el futuro o metas que tu quisieras
alcanzar. En el país vivía en calma en todos los aspectos (económicos
´políticos, éticos, sociales, culturales y psicológicos). Hasta que en los
sesentas, en especial el año sesenta y ocho, cuando cursaba los últimos años en
la universidad. Cierro mis comentarios de esta carta para despedirme y
desearles lo mejor en el Señor. Seguiré compartiendo contigo y con otros
hermanos esta. Que Dios los siga bendiciendo. JUAN JOSE. Jn. 3:16
en la
provincia de todos conocida como muy tradicionales. Arribo a esta gran ciudad
por los años cincuentas, por motivos todavía desconocidos para mí…¡Ah! Ahora me
doy cuenta el porqué. Para que finalmente el desenlace culminará en el D.F. y actualmente en el Estado de México,
con la naturaleza de acompañante, lugar donde terminaré seguramente mi carrera y
mis últimos tiempos en el Señor, aquí. Antes que nada, debo dar gracias al
Señor, ya que fue de gran bendición haberte contactado en el lugar de trabajo,
aprovechando en gran manera el tiempo y el don que dios ha puesto en ti. No
solo para venta de libros y de material didáctico cristiano, sino también por
tu oportuna sugerencia y conocimiento para recomendar y dar en el blanco de las
necesidades espirituales de cada persona. El Señor te siga bendiciendo en esta
área de tu vida y también espero que mi testimonio sea de bendición para otros.
Que difícil es la vida sin el Señor, vives tan inestable en la moda de los
tiempos, en las tradiciones y las costumbres de tu familia y de tu país. Pues
piensas que es lo que más quieres y lo que está más cerca de ti. Y así, podrías
vivir toda una vida viviendo en el error
y nunca darte cuenta de ello. Pero no cabe la menor duda, como dice la palabra, siempre hay un
momento o lugar o a la distancia y, se
presenta, una oportunidad de escuchar la
Voz compartiéndote la palabra de Dios ¡Ojalá! e hiciéramos caso, inmediatamente,
atender a nuestro oído espiritual y responderle al primer llamado. Nosotros no
queremos saber nada todavía, queremos experimentar y probar que nosotros somos,
“superhombres” (supermanes) o como otro de héroes de nuestro tiempo “el hombre
araña”. Barreras de los tiempos que
impiden el encuentro o el momento
esperado con nuestro Señor. Que vamos
aprendiendo de los errores que cometemos día con día. Y todavía un poquitito más desplazados por nuestros propios razonamiento hacia caminos que nos
perecen derechos pero el fin … ya lo
sabemos. Un momento crucial para nuestras vidas para darnos cuenta que nada es posible sin El.
Hermana, también estamos acostumbrados a
escuchar a nuestros ancestros, y por respeto, aunque vivan en el error. Estos
van dejando agujeros negros en nuestro entendimiento y también en nuestro crecimiento. Que han ido elaborando,
sin detenerse, las normas y las leyes que nos rigen a los humanos alrededor del
mundo, logrando, no siempre, una disciplina, una educación y sobretodo el respeto entre todos los humanos. Forjabas
tu vida según lo dictara la moda a través de los tiempos: Planeando para un futuro seguro, que se traduzca en alcanzar nuestras metas sea en el campo educación como el de cualquier sector de la
economía: Todo era traducido a pesos… Cuando pisaron suelo mexicano los
españoles desterrados de España, acerca de nuestro país, comentaban: ¨En México,
el que no trabaja, ¡come!¨ Pues entonces:¡ Vamos a dedicarnos a
trabajar duro!
Y como dijo el Señor: Nadie es profeta más que en su propia tierra y en su
familia. Hablando de estas, en aquellos tiempos, eran verdaderamente numerosas, lo que había cobrado la revolución
(por ejemplo, nosotros fuimos nueve hermanos) Las mamas dedicadas de tiempo
completo cuidando el desarrollo y las
necesidades de cada uno de los hermanos Primero deseamos un lugar entre la
familia y ganarnos el aprecio de los que nos rodean y la
búsqueda de la autoestima. No era un requisito, exactamente, cursar la escuela,
pero a mi en lo particular sí se me dio. Y me enganché en los lemas: ¨Cuanto
vales, cuanto sabes¨. ¨Cuanto tienes y no en cuanto te tienes¨. Eres lo que
eres y tienes lo que tienes por lo que tienes en la mente¨. En resumidas
cuentas no valías nada sino tenías nada. Desde todas las épocas siempre se
manifestaban las luchas entre los maestros y los alumnos, pero siempre había un
respeto y eran verdaderamente como tutores; estoy hablando de los años
cincuentas, había disciplina y se decía que el conocimiento entraba con sangre,
porque sí era valido que el maestro
pegara. Pero el bulling era y sigue siendo el azote y el fantasma de
todos los tiempos, bajo diversas manifestaciones de agresividad. Los años en la
escuela trascurrieron sin darme cuenta y sin que la vida de estudiante se me
hiciera pesada. Siempre me gustó el deporte (futbol, básquet, tenis, artes
marciales, squash). El problema de los vicios: tabaco, drogas, alcohol,
fármacos, etc. apenas si se asomaba este exótico proceder, además viviendo y
practicando el deporte y el baile como diversión, era casi imposible pensar o detenerse para consumirlos para
evadir problemas o tener mejor rendimiento en la practica del deporte. Es mas
ni aquellos que practicaban el fisiculturismo se valían del consumo de
productos específicos para aumentar volumen en ciertas zonas requeridas del
cuerpo, mejorar al cien porciento el rendimiento energético del organismo y
fortalecer en general todo el sistema muscular. A pesar de los problemas, las
vivencias en cada uno de los aspectos, la vida continuaba sin mayores
sorpresas, todo tenía su tiempo y su momento y centraban tanto en los aspectos familiares como en los sociales y el futuro o metas que tu quisieras alcanzar. En el país
vivía en calma en todos los aspectos (económicos ´políticos, éticos, sociales,
culturales y psicológicos). Hasta que en los sesentas, en especial el año
sesenta y ocho, cuando cursaba los últimos años en la universidad. Cierro mis
comentarios de esta carta para despedirme y desearles lo mejor en el Señor.
Seguiré compartiendo contigo y con otros hermanos esta. Que Dios los siga
bendiciendo. JUAN JOSE. Jn. 3:16
SEGUNDA
CARTA
A LOS HERMANOS EN CRISTO,
NORA, ADOLFO, EMILIO , ARTURO, ALEJANDRA Y SERGIO
1ª Co 3:18-21; Ro 12:16
Queridos
hermanos en el Señor les escribo con el mismo gusto de siempre pidiéndole a mi Señor me dicte letra por letra, idea por idea,
pensamiento por pensamiento y párrafo por párrafo a fin de dar en el blanco de las
necesidades espirituales al menos de alguno de los hermanos en Cristo, y porque que
no, también de mis hermanos carnales, de mis familiares y amigos y a todos
aquellos que no han escuchado y menos
aceptado al Señor como su Señor, Salvador y Maestro. Hermanos, voy a tratar de plasmar
y explicar “una prueba” concebida a través de un “mecanismo de realidad” paso
por paso, sustrato del correr del tiempo; generador de un pasado, de un presente y de mi futuro. Una dinámica de equilibrios, de
cambios, factores y de actores que afectaron irreversiblemente los fundamentos de los tiempos, arraigados
y sobredificados en la piedra angular,
fortaleza de mentes polimorfas. Reactivos transformados en acciones, situaciones y momentos; Eco de voces,
cromatografía de las ideas; la fuerza de
las palabras, y la energía de los pensamientos, catalizadores del poder. Me
estoy refiriendo al conocimiento, a los hechos, a la ciencia y a la tecnología.
Movimientos de pincel en manos de un artista; obra de grandes maestros perfiles trazando identidades. Volteamos la
mirada tratando de caminar por otros espacios, diferentes, ocupados por gustos y tradiciones pero encontramos solo caminantes,
enterrando los talones, viendo como caen en el vacío enarbolando una
bandera izada en pálido blanco, sin
códigos, sin símbolos, empujados por el poderoso viento que cambia de
dirección, dimensión y forma, azotando nuestras mentes hacia valles, espacios no recorridos, disparando
flashes por los espacios estelares,
describiendo formas paraboloides, multicolores, arco iris dibujando un arco, la
redondez de la tierra: Es nuestro mundo.
Por El existen amaneceres de renovación constante. Sin embargo, aun los atardeceres,
han dejando una estela, lluvia de pruebas,
testimonios de fe producto de los tiempos de nuestro estar aquí. Mi sentir en
esta carta que les comparto es que me encuentro en el ayer sin Él. Un mundo recubierto
en nuestro mundo. ¿Cuales eran las fortalezas y las batallas libradas? ¿Eternos
designios enemigos secretos contra los que había que luchar? ¿Como había que
evaluar victorias o las derrotas en una de las etapas más “fructíferas” de
nuestra existencia? ¿Cuál era la palanca que gobernaba el pensamiento y las mentes envanecidas, un ancla de
insatisfacción, una gravedad que aplastaba el cerebro por peso y la presión
de adquirir el conocimiento? En
contraste, del entendido en la palabra acerca de lo que es un obrero en la viña del Señor, aquellos son hojas que se
desgajan, se doblegan y caen, siendo acarreadas por los vientos otoñales del
cambio y finalmente para ser quemadas. Corrientes de difusión configurando
cascadas de acontecimientos y circunstancias, flujos que consolidan
las plataformas continentales o las inescrutables y cavernosas profundidades del saber. Atmosferas de lenguajes dispares, derivados de códigos e interpretados en el marco delas leyes, las
teorías o los modelos. Métodos atiborrados de acertijos, arquitectos de hipótesis
dedicados a edificar paradigmas o testimonios dedicados a la gran dama: La “sublime ciencia”,
que nos cautiva y nos somete a
embrollados laberintos de envanecimiento
y pasajes subterráneos que no s conducen a las mazmorras del resentimiento y de la sutil cotidianeidad, hermanos del
conformismo y la mediocridad. Imágenes que nos transportan hacia un vacilante destino para volver a desembalar
todo nuestro equipaje, en cualquier estación, volteando la mirada sobre el
horizonte, que quedó atrás: Mi credo, mi raza y mi herencia. Comienzo a entender que soy un nómada en mi
mente, porque ya no puedo ir mas allá de lo que soy. Y mi mente no desea
estacionarse en el aquí y en el ahora. Me despido hermanos orando a cada
momento. Dios los bendiga. Juan José.
TERCERA
CARTA DE JUAN JOSE
Mt.
11:28; Col. 2:22; 3:2; Jn. 14:6
A LOS
HERMANOS EN CRISTO NORA, ALEJANDRA, SERGIO, FERNANDO, EMILIO Y ARTURO QUE DIOS
LOS BENDIGA
Queridos hermanos el relato incluido en esta carta lo
voy a iniciar enlazando las ideas que he comentado en los últimos párrafos de la carta primera.
Mis últimos años en la universidad. Una vivencia incomparable llena de sorpresas
y de contrastes. En primer lugar: “Una excelente preparación” con una idea, una
misión, unas metas y unos objetivos completamente definidos y previamente establecidos
para obtener un documento o titulo que significaba ¡Triunfo! y un “futuro despreocupante”. Debió de haber sido muy sencillo y muy gratificante,
tener el respaldo de ese papel y como factores determinantes, someterse a una
lista de preceptos y como por arte de magia, tu existencia y sus problemas
estaban resueltos, algo increíble. Aunque, muchos eran llamados y pocos los elegidos. Pero, aún así,
no todo estaba perdido, pues, en segundo lugar: Se vivían épocas estivales, no se
había despertado aún, en el mundanal trajín, una sombra que desciende y acecha y espera el momento propicio para
atacar el punto más vulnerable de los países y el
bienestar de la raza humana. ¡Sí! Me estoy refiriendo al “fantasma” de las “crisis”, en todos los
aspectos y en todos los conceptos. Eran aquellos tiempos de horror, alcanzabas a percibir solo tinieblas. La luz perdió
su rumbo, desviando la manera de pensar, vulnerando ideales y dando giros y
tumbos perdiendo el control; los
elementos tangibles se convirtieron en los ídolos de máximo valor. Incorporado
a esto, una gama de efectos aceleraron la reacción, imposible de detener o de encontrar
un agente que pudiera cambiar el sentido
de una nueva masa crítica de mentalidades. Era una manifestación de vientos que definían los nuevos cambios. Cada persona
era probada a sí misma en la medida de sus capacidades, la firmeza a sus
convicciones, y la de su temperamento o
la de una amplia visión; conjugado al duro trabajo y dedicación, cada
integrante del gremio podía ser aprobado, con relativa facilidad y disfrutar de
un nivel más alto, por la sociedad
reinante. Sin importar el ramo, se consagraban a un abanico de actividades entre las que destacaban: Las rutas
económicas, políticas, sociales, culturales, científicas, filosóficas, psicológicas, éticas o ecológicas. Recordemos que en el primer caso
a la gente se le consideraba poderosa por el solo hecho de adquirir
conocimientos. Y por haber adquirido un
título que te da no solo la potestad de
haber realizado tus estudios dentro de una institución de prestigio y como
consecuencia de haber sido “sellado” por esta, el mundo haría
entrega de las “llaves” y te reconocería por llevar ese sello en la frente y además,
como si fuera poco, un mecanismo automático te que abriría sus puertas y te
enseñaría a desplazarte hacia los caminos del éxito. En el segundo caso, estamos hablando de un
nuevo nacimiento: Aquellos que fueron entrenados con rudeza por la vida, “El
empresario”, que primero recibió el mote
de comerciante. ¡Ah! ¿Pero, esto lo cambiaba todo? Como haber encontrado la
piedra filosofal. O no fue así ¿Como lo califica la sociedad? ¡No fue
suficiente! Pero… al retroceder ayeres
de la historia, aún en las instituciones de prestigio internacional, no
cabía en su “curricula” un espacio para procesar, como una varita mágica, un sistema
que homogenizara un perfil ideal de sus egresados. Hermanos me despido continuaré
en la siguiente. Juan José He.10